La vitamina E es un nutriente liposoluble – puede disolverse en grasas y aceites – presente en muchos alimentos.
En el cuerpo, la vitamina E actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. Los radicales libres son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía. Las personas también están expuestas a los radicales libres presentes en el ambiente por el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta.
El organismo también necesita la vitamina E para estimular el sistema inmunitario a fin de que éste pueda combatir las bacterias y los virus que lo invaden. Ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos de sangre en su interior. Además, las células emplean la vitamina E para interactuar entre sí y para cumplir numerosas funciones importantes.

Beneficios de la vitamina E

  • La vitamina E protege nuestro organismo de los radicales libres que causan la degeneración de los tejidos; por ello se le asocia con la juventud y belleza de la piel. Esta vitamina se puede aplicar directamente sobre la piel con sus cápsulas o en crema para combatir el envejecimiento y las arrugas, aunque esto debe estar aconsejado por un profesional de la salud.
  • También es cicatrizante y aumenta la producción de células inmunes; por lo tanto, ayuda a combatir infecciones.
  • Un equipo científico alemán encontró una nueva herramienta para que las personas tengan más protección contra los cada vez más virulentos rayos del sol. Descubrió que la vitamina E potencia el efecto de otros protectores solares y fortalece la condición de la piel para que se enfrente mejor a las radiaciones. Es la primera evidencia clínica sobre esta posibilidad.
  • Otra razón para incluir vitamina E en tu dieta es que ésta disminuye el riesgo de desarrollar degeneración macular.
  • La ingesta de vitamina E también podría disminuir la morbilidad y mortalidad causada por las enfermedades cardiovasculares. Según algunas investigaciones, la ingestión de antioxidantes como la vitamina E podría disminuir el estrés oxidativo y la inflamación en el organismo, siendo estos factores que han sido asociados con el surgimiento de este tipo de enfermedades. Asimismo, este poder antioxidante ayuda a controlar y mantener los niveles del colesterol en la sangre, además de disminuir la agregación plaquetaria y a su vez el riesgo de trombosis.
  • La ingesta de vitamina E podría mejorar la calidad del esperma, aumentando la motilidad de los espermatozoides en los hombres. En el caso de las mujeres los estudios no son concluyentes al respecto.
  • La suplementación antioxidante con vitamina E puede proporcionar efectos beneficiosos contra el daño del tejido oxidativo inducido por el ejercicio, por lo que podría aumentar la resistencia y fuerza muscular, así como favorecer a su recuperación después del entrenamiento.

 

Fuentes de vitamina E

Los alimentos que contienen vitamina E son:

  • Los aceites vegetales como el trigo, el girasol, el maíz o la soya.
  • Los frutos secos como el maní, las avellanas y, en especial, las almendras
  • Las semillas (como las semillas de girasol) también se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina E.
  • Las hortalizas de hojas verdes (brócoli o espinaca).

 

¿ESTOY OBTENIENDO SUFICIENTE VITAMINA E?

En los Estados Unidos, la dieta de la mayoría de las personas aporta cantidades de vitamina E inferiores a las recomendadas. Sin embargo, las personas sanas rara vez muestran signos claros de deficiencia de vitamina E como son, por ejemplo, algunos trastornos neurológicos como el equilibrio y coordinación deficientes, daños en los nervios sensoriales, debilidad muscular y daños en la retina del ojo.

¿CUÁNTA VITAMINA E DEBO CONSUMIR?

La cantidad alimenticia recomendada (RDA) para la vitamina E es de 15 miligramos para las personas mayores de 14 años. Las mujeres en época de lactancia pueden necesitar un poco más de vitamina E, por lo que su dosis diaria recomendada sería de 19 mg. Las dosis por debajo de 1,000 mg parecen ser seguras para la mayoría de los adultos.

 

CONSEJO IMPORTANTE

Si consideras que no estás recibiendo toda la vitamina E a través de tu alimentación diaria que tu cuerpo requiere, puedes considerar suplementarte con un multivitamínico que contenga la dosis adecuada de esta vitamina según tu sexo, edad y estilo de vida. También puedes tomar un suplemento como el Isomer E, el cual suministra el espectro completo de isómeros de vitamina E incluidos alfa, beta, delta y gamma tocoferoles y tocotrienoles.